Por Ubi Rivas.
Miguel Franjul, viejo afecto desde el Listín en la calle 19 de Marzo, cuando éramos jóvenes, hoy director del gran diario, concientiza con informaciones reiteradas, que delatan la invasión pacífica de haitianos cada vez más, sin disparar un solo tiro, anulando las 29 batallas, combates, reyertas y escaramuzas que libraron los patriotas dominicanos para echarlos del país entre 1844 y 1865, y fundar la República Dominicana el 27 de febrero de 1844.
La invasión pacífica del incordioso vecino, una quinta columna que responde a un diseño perverso y antinacional de Estados Unidos, Francia, Canadá y El Vaticano para socavar la nacionalidad dominicana y fusionar la Isla Española en un solo Estado, tiene la contrapartida más deleznable en los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana de los presidentes Leonel Fernández y Danilo Medina.
Estos dos gobernantes no se inmutan y callan cada vez que se producen denuncias de la masiva presencia ilegal de nacionales haitianos en nuestro territorio, porque ambos temen represalias de los países mencionados si, conforme a las leyes específicas, repatrían con firmeza a más de 1.5 millones de haitianos residentes en nuestro país, erosionando el mercado laboral de los dominicanos, centenares de mujeres haitianas cargando criaturas mendigando en las calles, buhoneros, y millares de parturientas que abarrotan los hospitales del país.
El mismo día 15 de este mes cuando CESFRONT anunció devolver 14,402 haitianos ilegales a su anomia de país, el Gobierno haitiano ripostó con prohibir por enésima vez el ingreso de 23 productos, y la estrategia desde hace tiempo ha debido ser colocar esos 23 productos en otros mercados en el Año de la Exportación, y nunca jamás venderlos al problemático vecino, y así eliminar el chantaje, y proseguir sin tropiezos la expatriación de haitianos indocumentados.
0 comentarios:
Publicar un comentario