Por Leonardo Plata.
SANTO DOMINGO ESTE.- El caso
del Ingeniero Rafael Reyes, oriundo de Barahona, el cual fue secuestrado y
posteriormente asesinado de manera salvaje, ha evidenciado el desinterés y la
prostitución judicial que impera en la justicia dominicana.
Primero el mismo
tuvo un tiempo récord en la fase de instrucción, donde los aplazamientos lucían
interminables, produciendo desesperación e impotencia en los familiares del
occiso.
Luego más de un
año, y por las constantes presiones y denuncias de los familiares a través de
los diferentes medios de comunicación, fue enviado por ante el tribunal
colegiado de esa jurisdicción hace aproximadamente cinco meses, pero que aún
este tribunal de manera medalaganariamente y sin
dar explicación, aún no ha fijado audiencia, violentando el debido
proceso de ley y el derecho a los querellantes en que se le haga justicia.
Al parecer que
existiría un plan macabro, para que los familiares del ingeniero malogrado, se
canse de tanto trajinar y terminen por desistir o seguir dicho caso, para de
una vez así el ministerio público hacer de las suyas y solicitar penas banales
para favorecer a los imputados, lo que sería un duro golpe al sistema de
justicia y la sociedad dominicana.
Ojalá que el
imperio de la ley y la justicia, pueda sobreponerse a las diabluras que se han
cometido para retardar este proceso, y se haga justicia para que los
responsables de horrendo crimen paguen con todo el peso de lay sobre sus
hombros.
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